Él nunca quiso ser alguien importante. Jamás se imaginó al frente de miles de personas, simbilizando una causa y encarnando un ideal.
Pero ya es demasiado tarde para retractarse. Está al frente de un pueblo que lo venera y respeta, que sólamente puede ver a un brillante salvador bajo una pesada armadura. Y a su lado, firmes ante la batalla que se aproxima, hay un selecto grupo de caballeros dispuestos a entregar sus vidas por él.
Él aborrece la escena.
Péndulo de Madera
- Ya no eres el mismo de antes.
Un *cling clang* suena luego de esa afirmación, como respaldándola.
- Nunca somos los mismos, ni siquiera por dos segundos seguidos. Que vamos a decir de tanto tiempo.
*cling clang*
Me acomodo mejor en el sofá en el que he despertado. Mi interlocutor me mira con una expresión extraña en el rostro. ¿Odio? ¿Amor? ¿Tristeza?
*cling clang*
Las ventanas de la habitación dejan entrar una luz pálida. La habitación parece no tener focos o lámparas. La única fuente de luz son esas ventanas. Son ocho en total, cada una en una pared.
*cling clang*
- Éste es uno de esos lugares que no debería existir, ¿verdad?
- Y sin embargo existe.
Un *cling clang* suena luego de esa afirmación, como respaldándola.
- Nunca somos los mismos, ni siquiera por dos segundos seguidos. Que vamos a decir de tanto tiempo.
*cling clang*
Me acomodo mejor en el sofá en el que he despertado. Mi interlocutor me mira con una expresión extraña en el rostro. ¿Odio? ¿Amor? ¿Tristeza?
*cling clang*
Las ventanas de la habitación dejan entrar una luz pálida. La habitación parece no tener focos o lámparas. La única fuente de luz son esas ventanas. Son ocho en total, cada una en una pared.
*cling clang*
- Éste es uno de esos lugares que no debería existir, ¿verdad?
- Y sin embargo existe.
Huesos de Cristal
- Creo que es el alma la que tiene los huesos de cristal.
- ¿Es todo lo que se te ocurre?
- Sí.
Luego de varias horas y muchas tazas de café es lo único que se le ocurre al escuchar esas tres palabras. Nada más. Es algo decepcionante. Esperaba algo más rebuscado, algo casi científico, algo como "sabes, el otro día escuché que están haciendo implantes de cristal para reemplazar tejido óseo". Pero no, tiene que salir con eso del alma otra vez.
- ¿Es todo lo que se te ocurre?
- Sí.
Luego de varias horas y muchas tazas de café es lo único que se le ocurre al escuchar esas tres palabras. Nada más. Es algo decepcionante. Esperaba algo más rebuscado, algo casi científico, algo como "sabes, el otro día escuché que están haciendo implantes de cristal para reemplazar tejido óseo". Pero no, tiene que salir con eso del alma otra vez.
El que nunca estuvo
Él nunca estuvo a mi lado. No, sí estuvo, pero no de la forma que me hubiera gustado.
Él nunca me miró a los ojos compasivamente y compartió un instante conmigo, y aún así me llamó "amigo"... dejé de entender lo que es amistad a partir de ese momento. ¿Es un chiste? ¿Es una mentira? Como cuando te dicen que los bebés vienen de París, que Papá Noel existe o que tu perro se fue a vivir al campo.
Él nunca me miró a los ojos compasivamente y compartió un instante conmigo, y aún así me llamó "amigo"... dejé de entender lo que es amistad a partir de ese momento. ¿Es un chiste? ¿Es una mentira? Como cuando te dicen que los bebés vienen de París, que Papá Noel existe o que tu perro se fue a vivir al campo.
Lazos
Creo que alguna vez conocí a alguien, en algún lugar, en algún momento.
- Los lazos están sobrevalorados. Al igual que muchas otras cosas en el mundo, se nos intenta convencer de la idea de que son absolutamente necesarios para una buena vida.
- Somos seres sociales, nuestra evolución nos hizo así. Necesitamos relacionarnos con otros, necesitamos de los lazos para vivir en paz y armonía.
- Yo desprecio esos lazos.
Todo rastro de serenidad abandona su rostro por unos instantes. Pero luego vuelve a esa calma forzada, como si fuera una de esas muñecas de porcelana en una estantería empolvada.
- Los lazos están sobrevalorados. Al igual que muchas otras cosas en el mundo, se nos intenta convencer de la idea de que son absolutamente necesarios para una buena vida.
- Somos seres sociales, nuestra evolución nos hizo así. Necesitamos relacionarnos con otros, necesitamos de los lazos para vivir en paz y armonía.
- Yo desprecio esos lazos.
Todo rastro de serenidad abandona su rostro por unos instantes. Pero luego vuelve a esa calma forzada, como si fuera una de esas muñecas de porcelana en una estantería empolvada.
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