La Espiral Inacabable

¿Alguna vez tuvieron un sueño así?

Un período de tiempo que se repite una y otra vez. A veces con pequeñas variaciones, como detenerte un instante antes de bajar las gradas o demorarte unos segundos más en arreglarte. A corto plazo, esos pequeños cambios no tienen grandes repercusiones: te encuentras o evitas encontrarte con una persona, o llegar temprano o tarde a un lugar determinado. Pero a la larga, esa persona con la que te encuentras se convierte en parte esencial de tu vida, o por llegar temprano recibes algo que te cambia completamente. O pasa un tiempo indeterminado y mueres por la persona que has conocido o llegar tarde te condena a una dolorosa casualidad posterior.


Y el ciclo empieza de nuevo. Y apenas recuerdas qué sucedió antes, no tienes tiempo para pensar mucho, tienes que seguir adelante.

Todo sucede una y otra vez. Te das cuenta un instante antes de que vuelva a empezar, pero no puedes hacer nada para detenerlo.

Esa espiral eterna te arrastra de nuevo, y abres los ojos y miras el techo de tu habitación.

Los recuerdos de el ciclo que ha terminado se quedan por un instante en tu mente, antes de desvanecerse de nuevo. Antes de que te sientes a desayunar, lo habrás olvidado todo, pero quedará una duda. Y cuando te levantes de la mesa del almuerzo, esa pequeña duda se habrá desvanecido también.

Pero así está bien, así debe ser. La espiral te garantiza que disfrutarás de infinitos momentos dulces mientras te dejes llevar por ella. Escapar del placer sería escapar de la vida misma, por eso que ese escape final es una cachetada en el rostro para los que se esfuerzan por tu felicidad.

Ahora despedimos a alguien que escapó de la felicidad.


***


El Director camina lentamente hacia nosotros, hacia los que atendemos el funeral.

Yo he escuchado todo desde fuera. Y me ha parecido el discurso más extraño para un funeral.

Algunos estrechan su mano, otros le palmean la espalda. Él sonríe y sigue caminando hacia la puerta. ¿A nadie le han resultado extrañas sus palabras? No habló de lo buen alumno que era, de cuán bien nos representaba o de lo mucho que el Instituto lamenta su pérdida. Ha divagado sobre un sueño extraño y una espiral inacabable durante algo de quince minutos, y a nadie parece sorprenderle el hecho.

Antes de cruzar a puerta, me palmea el hombro y me susurra algo que ya he escuchado antes.

- Eres tres años menor, tienes tres años para alcanzarle.

Y se aleja caminando hacia el edificio principal. Una de las Secretarias se acerca corriendo y empieza a caminar a su lado.


***


Estoy en mi cama.

¿Un sueño?

Me pareció más un recuerdo. Un recuerdo que por fin puedo ver completamente. Por alguna razón, se ha desbloqueado. Recordaba las palabras finales del Director, pero nunca antes recordé su extraño discurso. Un funeral. Me siento inmensamente triste, a pesar de que ya han pasado casi tres años.

Pero mi memoria se contradice.

En realidad, él me "susurró" esas palabras cuando ya estaba en el estrado, a punto de dar su discurso. ¿Me las repitió al salir del Auditorio? ¿Me quedé parado en la puerta escuchando su discurso? Todo se me hace borroso.

Me siento al borde de la cama, y como jugando, empiezo a buscar en la última gaveta de mi mesa de noche. Al fondo de un montón de bufandas que no uso hace tiempo, encuentro la pequeña caja que buscaba sin saberlo del todo. Es pequeña, de color azul. Dentro está la única medalla que he ganado en todo el tiempo que llevo en el Instituto, algo del Club de Artes, algo que ya no importa.

Debajo de ella está la medalla que verdaderamente importa, la del concurso de Biología Marina. Es una espiral cuidadosamente labrada, plateada. No la merezco, no es mía, pero le encuentro utilidad. Es como si el Director me hubiera regalado una pista al entregármela.

Salto del borde de la cama y empiezo a buscar en mi escritorio. Encuentro un plumón negro grueso y vuelvo a la cama. Me paro sobre ella y empiezo a dibujar apresuradamente. Primero pequeño y luego más grande. Sé que pueden descubrirlo, sé que pueden hacerme problemas por dañar la infraestructura, pero no me importa ahora mismo. Justo al centro del dibujo agrego una fecha: 25/09/2009.

Al terminar la obra arrojo el plumón sobre el escritorio y me echo de nuevo en la cama, con los brazos abiertos.

No me ha quedado perfecta, pero ahora hay una enorme espiral negra sobre mi cama. Recuerdo algo más y busco el plumón de nuevo. Dibujo un montón de focos alrededor de la espiral, con unas rayitas que indican que están iluminando.

Contento con mi obra, me vuelvo a echar en la cama.

Ahora, cada vez que mire hacia arriba al despertar, podré intentar resolver todas las cosas raras que han pasado últimamente. Hoy es 17 de agosto, así que no falta más de un mes para que se cumplan tres años del funeral.

Sonrío confiado. He avanzado bastante, sé que puedo resolverlo todo antes de que esa fecha. Y no habrá Director o Secretarias que me detengan.

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