- Me pregunto si incluso aquí se puede morir.
Estoy hablando solo en la azotea del edificio residencial del Instituto. Ya ha oscurecido, y sólo el territorio dentro de los muros es visible. Fuera de él hay una especie de niebla que cubre el terreno como un mantel muy denso. ¿Qué hay allí ahora mismo?
La puerta a esta azotea está cerrada casi siempre, solamente se abre al atardecer. Y nunca nadie se queda hasta el amanecer. ¿Amanece en este lugar? Claro que amanece, por eso ahora es de noche. Si no, sería de noche o de día todo el tiempo. Fue una suerte encontrar la puerta abierta y el lugar desértico. Estoy seguro que un grupo de estudiantes se reúne aquí. Y tienen razón en hacerlo. Es un buen lugar, el cielo se ve maravilloso desde aquí.
Cuando miro las estrellas intento reconocer alguna constelación. La única que recuerdo con claridad es la de Orión. Busco las tres estrellas alineadas que deberían formar su cinturón y tardo un buen rato en encontrarlas. Luego las demás se hacen más visibles que el resto de los puntos blancos en el cielo. Ahora puedo distinguir claramente la forma de la constelación en el cielo.